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La sobrecapa de la colchoneta está hecha de un tejido de algodón (140 g/m²) sobre el que hemos depositado la tecnología. La membrana negra de la parte delantera permite el intercambio de electrones entre la piel y la colchoneta. En la parte posterior, la superficie marrón refleja los rayos infrarrojos emitidos por el cuerpo como un espejo. Esta combinación tiene importantes efectos positivos sobre el sistema nervioso central (sueño, recuperación, relajación), así como sobre la cicatrización y reparación de los tejidos.

Es casi lo mismo, ¡pero nosotros somos mejores! Los cubrecolchones convencionales no tienen el doble efecto de intercambio de electrones y de reflexión de los rayos infrarrojos que tiene la esterilla IAKOTA. Además, gracias a su delgadez y ligereza (400 g), la esterilla de recuperación IAKOTA es muy fácil de transportar.

Porque no tiene efectos adversos para la salud. Porque la conexión con la tierra es totalmente natural. Porque enviar nuestros propios rayos infrarrojos más allá de los 3 micrómetros estimula los sistemas enzimáticos que aumentan la microcirculación y, por tanto, la regeneración celular, limpia los productos de desecho musculares y de otro tipo y mejora la circulación de los fluidos corporales. Porque se duerme más profundamente. Porque tiene una acción específica sobre la variabilidad cardíaca.